25 trabajadoras que habían perdido su trabajo luego del paro de transporte urbano de diez días durante junio volvieron a manejar colectivos. En este caso, recuperaron su fuente de trabajo en la empresa Autobuses Córdoba, una de las concesionarias del servicio.
En su momento, el paro fue declarado ilegal por no respetar la conciliación obligatoria. Por esta razón, se despidieron cerca de 180 choferes, de los cuales 66 eran trolebuseras de TAMSE, la empresa dependiente de la Municipalidad.
El intendente Ramón Mestre se mantuvo firme en la postura de no reincorporar trabajadores a la empresa pública.