Desde la Casa Rosada enviarán al Congreso, en los próximos días, una iniciativa para promover el blanqueo laboral. La propuesta formaba parte de la reforma en el régimen de trabajo cuyo debate quedó trunco en diciembre. “Nuestro foco está en la formalización laboral, que hoy es el principal problema de la economía argentina”, señaló el Ministro de Trabajo, Jorge Triaca. En el país se estima que hay 4,5 millones de trabajadores informales.
La iniciativa contempla un “perdón” para el empleador en los impuestos previsionales impagos, con la condición de que declare el vínculo laboral. Respecto a los años previos trabajados en negro, el proyecto propondrá que el Estado le reconozca al trabajador cinco años de aportes hacia atrás, a los efectos jubilatorios. Como base se tomará el salario mínimo vital y móvil, pero los años no declarados, no computarán para la indemnización en caso de despido.
Un aspecto importante es la renuncia del empleado a futuros reclamos en la Justicia. “El trabajador puede negarse a entrar al blanqueo y si quiere, puede hacer juicio por los aportes no realizados. Pero si acepta ser formalizado, renuncia al derecho a reclamar judicialmente por los años sin aportes”, explicó el ministro.
Los otros proyectos que forman parte de la reforma laboral son: la creación del Instituto de Formación Profesional, que incluirá un sistema dual de formación permanente y un nuevo régimen de pasantías; la implementación de la Agencia Tecnológica de Salud, vinculada a la supervisión y homologación de las prestaciones por parte de las obras sociales y prepagas; y finalmente una ley de prevención de accidentes de trabajo, complementaria de la actual ley de ART.
