En el marco de la reforma de las Fuerzas Armadas que se está estudiando, aparece un rol más protagónico del reservista. Con el actual régimen, esta figura cumple un papel reducido y simbólico.
El ministro de Defensa, Oscar Aguad, avanza en el diseño de una estructura más dinámica en el Ejército, en la Armada y en la Fuerza Aérea, que prevé la eliminación y la fusión de bases militares y el fortalecimiento de los reservistas.
El perfil del reservista contempla el que sean profesionales de distintas disciplinas en el campo civil que reciben preparación militar para sumarse al servicio activo cuando las circunstancias lo requieran.
Desde el Gobierno Nacional aclaran que la figura del reservista no es una versión renovada del servicio militar obligatorio. La reforma prevé esta categoría como absolutamente voluntaria. Se buscará atraer a profesionales y técnicos, especialmente en el campo de la ingeniería, para atender mejor los desafíos de la ciberdefensa.
Los reservistas argentinos hoy, en la práctica, son grupos aislados. Los mismos reciben una o dos veces al mes entrenamiento militar a través de cursos que se imparten en algunas unidades.
La idea del Ministerio de Defensa es formar un Ejército de la Reserva, integrado por personal entrenado, no permanente, que se sumaría a las fuerzas regulares en caso de ser necesario.
