El gobierno español firmó un decreto que permite a las empresas cambiar fácilmente de sedes.
El decreto aprobado por el oficialismo y la principal fuerza opositora permite que el directorio de una compañía decida mudar sus sedes centrales sin necesidad de convocar a la junta de accionistas como ocurría hasta ahora.
Esta decisión generó una masiva ola de partidas desde Barcelona hasta otras regiones de España, por temor a la posibilidad de que Cataluña declare su independencia.
La multinacional española Gas Natural Fenosa decidió trasladar su sede de Barcelona a Madrid. El tercer banco más importante de España, Caixa, trasladará su sede a Valencia. El Banco Sabadell acordó en una sesión extraordinaria trasladar su sede social a la ciudad de Alicante.