El presidente Mauricio Macri dio un nuevo discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con ejes en la situación venezolana y la política económica argentina. En su alocución, el mandatario admitió que “no sería fácil” lograr los objetivos planteados, por estar “cambiando sin tomar atajos ni comprometer el futuro”, pero se mostró optimista: “Estamos construyendo consensos para un desarrollo equitativo y sostenible”, afirmó. Según aseguró, desde su gobierno aceptaron “las dificultades” y mantienen “la convicción de hacer los esfuerzos correctos. Sé que el esfuerzo es grande y quiero agradecerle a cada argentino por eso”, dijo Macri.
Por otro lado, el presidente utilizó una buena parte de su discurso para manifestar su postura sobre el gobierno venezolano, al que calificó de “dictadura”. En ese sentido, expresó que la administración argentina “llevará a la Corte Penal Internacional la situación relativa a los crímenes de lesa humanidad” del país caribeño, al que le pidió que “reconozca la crisis humanitaria,para así poder desplegar la cooperación internacional que atienda las fuertes carencias sanitarias y alimentarias de los desplazados”. “La Argentina ya ha recibido a 130.000 venezolanos”, ejemplificó.
Otros temas sensibles que tocó fueron los atentados a la embajada de Israel en 1992 y a la AMIA en 1994. Sobre esto, afirmó que los objetivos del país son “lograr que todas las personas involucradas en los ataques se presenten ante tribunales argentinos, sean interrogadas y, eventualmente, condenadas”, para lo que pidió a Irán que “coopere con las autoridades judiciales argentinas” y al resto de las naciones que eviten “recibir o cobijar bajo inmunidad diplomática a cualquiera de los imputados”. Asimismo, Macri reafirmó el pedido de soberanía sobre “las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y espacios marítimos circundantes”.
