La ex Presidenta rechazó este viernes la acusación del empresario Gabriel Romero sobre el presunto pago de 600 mil dólares por un decreto. A su vez, criticó el “evidente manejo extorsivo de la figura del ‘arrepentido’ llevado a cabo por (el juez Claudio) Bonadio y (el fiscal Carlos) Stornelli”.
He decidido no hacer comentarios sobre remiseros “arrepentidos” que dicen haberme visto en pijama,
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 17 de agosto de 2018
ni tampoco opinar sobre ex funcionarios de cuarta línea, también “arrepentidos”, que nunca formaron parte de mis dos presidencias, pero que describen excursiones casi turísticas en mi dormitorio.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 17 de agosto de 2018
Sin embargo, como ex presidenta de la Nación tengo la obligación de pronunciarme sobre el empresario Gabriel Romero –nuevo “arrepentido”- que, según títulos catástrofe de Clarín y La Nación, habría pagado por un decreto presidencial.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 17 de agosto de 2018
“Mi intervención como Presidenta de la Nación se limitó a lo único que podía y debía hacer: ratificar lo actuado y resuelto por la UNIREN con audiencias públicas de por medio, dictámenes de la Procuración del Tesoro y de la SIGEN, aportes del Ministerio de Relaciones Exteriores y, finalmente, la intervención del Congreso de la Nación”, declara en el comunicado que puede ser consultado aquí.