El financista Ernesto Clarens declaró hoy en Comodoro Py, donde fue citado por la causa de las cuadernos, como se conoce publicamenrte. En su declaración, según pudo conocerse, Clarens confesó que cobraba cerca de “alrededor de 300.000 dólares” por semana de las empresas constructoras.
Clarens, ex dueño de la empresa Inverness, admitió frente al Juez Bonadío que durante meses recolectó las coimas por parte de firmas contratistas del Estado. El financista explicó que “el formato de retornos” inició cuando Néstor Kirchner era gobernador de Santa Cruz.
“El monto dependía de la recaudación, eran alrededor de 300.000 dólares por cada entrega y con frecuencia semanal. Al principio eran montos grandes, luego fue bajando porque a las empresas les costaba juntar el dinero, eran rehenes del sistema, porque vialidad no les pagaba los certificados”, precisó.
Agregó a continuación que “El Gobierno nacional había decidido obtener fondos de la obra pública a través de una operatoria que demandaba mi intervención en la recepción de los mismos de parte de algunas constructoras en concepto de pago de aportes o retorno y que debía ocuparme de que le lleguen al Secretario de Obra Pública, José López, o quien éste me indique”.
También detalló que, en una ocasión, Lázaro Báez le preguntó qué hacer con el dinero que recibía por el sobreprecio de las obras y que él le recomendó que comprara activos. (…) De repente supe que compró, a modo de ejemplo, restaurantes, estaciones de servicio, agencia de turismo, campos, estas compras no las registraba en la contabilidad”.
